KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Agradecido

Titulo: Agradecido
Autor: Luzy
Pareja: Jaemin
Género: Lemon
Extensión: one-shot
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Porque todos tenemos a alguien a quien agradecer de darnos su cálido apoyo ^^



El dia de mi graduación había llegado ¡al fin! Mis metas ahora comenzaban a tener mucho mas valor, bueno… terminar la escuela ya era una meta cumplida, ahora espero seguir con las demás de largo plazo, que espero también pueda lograrlas, ser alguien en la vida es lo que siempre he querido ser.

Digamos que no tuve “pegue” en la escuela, ya que yo solo trataba de salir bien en la escuela y casi no socializaba. A veces me da algo de envida a esas personas que también se graduaran junto conmigo y serán recordados debido a sus hazañas, ya sea por el deporte, relajo; aquellos que jugaron para rey y reina de la escuela en el día del estudiante. Ellos lo tenían todo, una buena calificación y vida social… sin embargo aunque fui reconocido por tener calificaciones de excelencia y representar a mi escuela a diferentes niveles… no era lo mismo cuando el equipo de básquetbol o baseball ganaban. El alumnado elogiaba mas a esos estudiantes atléticos que a los intelectos.

Solo conocía a una chica con la que he hablado, me sentía algo frustrado y me había invitado a su casa para que le ayudara a estudiar. Desde ese entonces, fue con la única chica que tuve comunicación, me agradeció en el ultimo parcial del año pasado por haberla ayudado pero después, no me volvió a dirigir la palabra. Como lo supuse, ella solo buscaba mi ayuda para pasar y no para realmente hacer una amistad. Y lo peor de todo… es que en tampoco tiempo me había enamorado de ella.



- Oh allí viene.. – susurro una de las chicas que la acompañaba.
- h-hola.. – salude algo penoso – quería saber si hoy estudiaremos.

Ella voltio con una de esas sublimes sonrisas, aunque había algo raro en su sonrisa... me miro de arriba abajo y asintió para después tomar a su amiga y retirarse. No me dio tiempo ni preguntarle en donde estudiaríamos, en pocos minutos recibí un mensaje diciéndome que estudiaríamos en su casa de nuevo. Sonreí torpemente.

La hora llegó en la que me había citado para estudiar. Ella amablemente me invito a pasar a su hogar, era tan calida… me pregunto porque no era así en la escuela, a veces sentía que aquí podía ser buena conmigo pero cuando se trataba de entablar una conversación en la escuela, nunca podía, me ignoraba… talvez si sabia que lo único por lo que ella me hablaba y buscaba era solo para pasar la materia pero sin embargo, yo me aferre a la idea de que podría tener algo mas…

Comenzamos a estudiar, trataba de ser lo mas claro posible en mis explicaciones, aunque había algo inconveniente, su celular no dejaba de vibrar, insistía e insistía, pero ella lo ignoraba hasta que llamaron a la puerta. Se disculpo y salio, el tiempo pasaba y pasaba.. ¿Por qué no regresaba? Hasta que decidí salir ya que adelante algo de la tarea que teníamos para la próxima semana, la llame varias veces al parecer ella no estaba en ninguna parte, la angustia se hizo presente ¿Qué tal si la habían capturado? Mordí mis labios y seguí en su búsqueda.

Ya comenzaba a desesperarme, no habia señal de ella, así que opte por llamarla pero no contestaba, caminaba de lado a lado en toda la casa tratando de llegar a una solución y comenzando a pensar lo peor “¿Qué tal si la robaron o secuestraron?” me preguntaba una y otra vez. Volví a tomar mi celular para marcarle, cuando pose mi vista en el ventanal, algo brillaba desde el pasto, decidí ir a averiguar que es lo que mandaba aquella luz y al visualizarlo bien, se trataba de su celular “¡oh se le abría caído cuando..!” entonces fui allí donde toda mi desesperación me consumió, volteaba a todas partes sin tener respuesta, todo estaba oscuro, eran ya alrededor de las 7:30… ya debería de marcharme a casa pero ¿Cómo marcharme teniendo esta angustia? Una persona se había desaparecido.

Tome su celular y busque entre sus contactos a una de sus amigas, mi pulso estaba de o peor, con trabajo y podía aplastar las teclas, estaba demasiado nervioso. Cuando marque, la chica contesto pero no estaba con ella, busque otro contacto mas y me dijeron lo mismo, estaba que no podía de la desesperación ¿y si marcaba a sus padres? Pero no quería preocuparlos pero era mi deber avisarles, trate de buscarla yo mismo.

Comencé a correr por toda la cuadra y preguntar a ciertas personas que pasaban pero seguía sin respuestas, al menos no las que esperaba. El cielo no tenia el mismo oscuro, unas relucientes relámpagos lo adornaban, amenazando que en cualquier momento caería un chubasco… el clima perfecto para arrojar un cuerpo sin vida al intemperie. ¿Pero que cosas digo? Era de lo mas obvio que las películas tenían que ver con mi paranoia.

Las energias y posiblidades se estaban acabando, llegue de nuevo a su casa sin haber hallado nada, me sentia inútil, si algo le pasara a ella…

Las gotas heladas comenzaron a caer, en poco tiempo ya estaba empapado, viendo hacia la nada, comencé a sentir escalofríos, el frió, el miedo, angustia, todo ya me había invadido por completo ¿Qué iba pasar?



Aun recuerdo aquel día con un poco de aflicción, de como prácticamente había echo una revolución para su búsqueda, casi llamaba a la marina.

Desde ese día en que me prometí no volver a permitir que me vieran la cara, de que ahora solo me preocuparía por mi y no por los demás como siempre lo hacia… seria por eso que todos me tomaban el pelo, abusaban de mi confianza. Yo simplemente quería tener el cariño de las personas, alguien con quien confiar, también a quien reconfortar cuando me necesitaran.

Talvez fue algo exagerado de mi parte, ya que fue mi primera decepción pero venir de alguien a quien anhelas fue muy duro y mas cuando mi corazón era tan blando.

~

Mi querido Changmin estaba tan fundido en sus pensamientos que preferí no intervenir, tenia una mirada profunda, sin expresión alguna, sus ojos se habían vuelto de un color apagado, gris… estaba seguro que nada bueno estaba pensando.

- pequeño.. ¿estas bien? – pregunte lo mas tenue que pude, sin tener respuesta - ¿minnie?

Parpadeo varias veces, volviendo en si, girando su cabeza hacia donde estaba para responderme con una sonrisa, sus ojos ahora se habían coloreado de un ligero rojo, abra sido por mantener tanto los ojos abiertos o porque aquello doloroso que estaba recordando.

Se incorporo en la silla y me invito a cercarme a él, cuando estaba cerca me tomo de el brazo haciendo que cayera arriba de él. Me recorría con toda la mirada, me sonroje al instante por la forma en que miraba todo mi rostro, como si quisiera encontrar algo. Sin previo aviso se acerco y rozo sus labios a los míos, un suspiro solio de mi boca haciéndolo sonreír y por fin sentir sus labios encajando con los míos. Si fuéramos rompecabezas es lo primero que buscaría para poder unir esas piezas, mis labios con los suyos.

~

No quería parecer desesperado, pero es solo lo que sentía cada vez que lo tenia en mis brazos besándolo, disfrutando de sus suaves y cerezos labios que me tentaban a desgarrarlos con mis dientes, regocijándome de su exquisito sabor que me proporcionaba su miembro bucal y toda su cavidad. Húmedos y ruidosos sonidos hacían nuestros labios cada vez que hacíamos un intermedio, un pequeño hueco para tomar algo de aire y volver a besarnos, podría estar así todo el tiempo que resta de mi vida.

-C-changmin – jadeo mi niveo novio. Seguía sin quitar mis labios de encima – mmh minnie.
- ¿que pasa?- no quería abandonarlo, quería enterrar mi lengua hasta su garganta, me encantaba sentir a Jae desesperado, queriendo separarme por tomar aliento.
- d-dejame.. aah respirar – hablaba a bocanadas. Me retire un poco para que exhalara pero no quise desperdiciar un momento mas.

Volví a besarlo, tomándolo de la nuca, pase mi brazo por debajo de sus piernas y así alzarlo para llevarlo al sofá. Me tumbe encima de él y seguí besándolo. No era la primera vez que hacia flaquear a Jae con mis caricias, pero por lo general era él a quien me llevaba a ese incontable placer que me daba, era tan dulce pero sus ojos se reflejaban toda la lujuria de ese pecado, con sus incansables manos que me recorrían constantemente sin dejar de tocarme en ningún momento.

- minnie quiero.. ahh quiero hacertelo ya dios.. – respiraba tan dificultosamente, mi autoestima subía por los cielos al ver que yo era el causante de su estado.
- Jae.. pero yo..
- sshh.. vamos, te gustara.. como ayer ¿mh? – sus ojos ahora eran en un profundo negro, grandes con los que nunca perdía detalle de todo lo que miraba.
- pero yo también quiero hacértelo hyung.. de verd – siseo callándome e incorporándose para tomarme de la cintura y darme un casto beso.
- yo te haré ver al mismisimo dios… - su voz había cambiado, a un depravado… que me encantaba.

Cuando se trataba de silencio y de penetrables miradas… siempre salía ganando él, me miraba de esa forma amenazante podía sentir como me atravesaba, jamás querría ver esos ojos enfurecidos, prefería verlos llenos de impudicia. De cualquier forma hacia que me rindiera ante él y me desviara.

Aunque no lo miraba, sabia perfecto que su blanquecina sonrisa se habían asomado por mi derrota. Como quisiera que algún día se rindiera ante a mi, a pesar de ser yo el chico que se había vuelto duro, frío, sarcástico… cuando él apareció todo aquello desapareció, convirtiéndome en alguien sumiso. Su apariencia puede ser fria pero era como cualquier niño, a pesar de tener esas finas facciones, hermosísimas facciones para el gusto de cualquiera podía paralizar a la gente con tan solo su presencia. Tan cálido, atento casi como una madre pero… nunca lo mire como una, si no como hombre, un hombre sublime, traído del paraíso.

Ahora me encontraba contra la pared, arriba de un mueble mientras que mi amado Jaejoong abría mis piernas y me penetraba. Hundido en un vaivén de caderas, lo menos que quería era rendirme y cerrar los ojos, quería tenerlos abiertos todo el tiempo… pero era como un estornudo, imposible no cerrar los ojos cuando éste llegaba; de la misma forma con cada penetración que recibía, quería sentir el placer viéndolo hacia los ojos porque su mirada, su rostro, sus muecas eran de los mas excitante, y no quiero perdérmelos en ningún momento.

- changmin amor… anda, introdúcete al placer cerrando esos ojitos.

Solo negaba, no podía ni hablar mas que gemir, era en el único idioma en el que hablábamos, a través de la pasión, miradas que lo decían todo, nos entendíamos perfectamente. Me atrinco mas a la pared, su ceño fruncido, su lengua pasearse por sus labios una y otra vez, como si estuviera molesto, si algo me encantaba hacer era desobedecerlo. Sus cutículas se clavaron en mis caderas, en un salir y una rápida penetración hicieron que todo mi esfuerzo se fuera al coño, me había dado una fuerte arremetida, ahora tenia pliegues por los ojos debido a que los tenia fuertemente cerrados por tan salvaje sensación. Soltó un bufido como si quisiera darme entender que todo era absurdo.

No quise volverlo a desafiar y solo hacerlo como todo el tiempo que hacíamos el amor, me deje llevar inclinando mi cabeza hacia atrás, lo único que me permitía la pared recibiendo besos, lamidas y mordidas a mi cuello, de repente sentí un desespero y comencé a toser… me había ahogado con la saliva, los movimientos se habían detenido mientras que yo luchaba por volver a recuperar aire. Debo decir que no tenia bastante oxigeno inhalado unos segundos atrás, olvido respirar cuando estamos en nuestro acto.

- ¿estas bien? – preocupado me levanto del mentón y yo solo asentí… era un mata pasiones sin duda.
- l-lo siento.. soy un tonto.. – me disculpe, como se me ocurría ahogarme en medio de algo tan placentero.
- no te preocupes… - exhale profundo como si quisiera tener alguna reserva para volver a lo nuestro.

Estaba en espera la virilidad de Jae en mi de nuevo, pero ahora se dedicaba a acariciarme y besarme en el hombro, despacio como si estuviéramos empezando de nuevo, luego me miro para obsequiarme esa radiante sonrisa que casi me hace chillar como una enamorada, me sonroje… mas de lo que estaba por el calor.

Tomo de mis manos para entrelazarlas, llenándome de besos en la cara, tan amorosamente, a pesar de que estaba siendo algo tierno me golpee mentalmente por haber apagado el incendio que teníamos, ahora habíamos pasado a una calida hoguera.
Recargó su barbilla en mi hombro mientras dejaba escapar un largo suspiro.

- lo arruine ¿cierto? – hable.
- mmhh – eso es lo único que tuve como respuesta.

Se separo y me dio la espalda mientras su cuerpo desnudo se desaparecía y se tomaba de su cabello, me sentí frustrado, algo me decía que si salía corriendo, lo abrazar por la espalda y le rogara a que volviera, me diría “en otro momento será”.

Mordí mis labios mientras bajaba la cabeza, había estropeado todo, antes de que comenzáramos habíamos tendido una estúpida pelea pero cuando lo vi recargado en el marco con esa cara de preocupación hizo que mi orgullo se fuera por un tubo invitándolo a que se acercara para poder besarlo. Tiendo a ruinarlo todo. Siempre he sido asi desde.. que tengo conciencia, para lo único bueno que era, es exactamente en estropear.

Mi vista se volvió borrosa, quería retener esas lagrimas pero se me escaparon, trate de limpiármelas pero salían una tras otra como si se tratara de una cascada, imposible de parar. Así que opte por tapar mi boca para que nada de ella saliera. Estaba sumido en lo mió cuando algo calido acariciaba mis muslos, eran sus suaves manos, había vuelto y yo parecía un patético llorando, tal vez regreso por lastima o no lo se… me había puesto ridículamente sentimental y no sabia porque, me odiaba porque no podía controlarme a mi mismo. Me rasguñe por ser tan débil.

- ¿Qué haces Changmin..? – tomo de mi mano pero yo me aferre mas – no te hagas daño..

Retiro mi mano con facilidad, ahora mi pierna estaba rojiza y no tardo en brotar un poco de sangre. Bramó molesto… ya escuchaba algún regaño pero en cambio su lengua estaba lamiendo la herida lentamente, gemí de sorpresa, estaba tan cerca de mi entrepierna que solo deseaba que lo tomara, me dio hasta vergüenza por ponerme en ese estado en tan solo en unos segundos, por supuesto que él se había dado cuenta.

Se paró y yo solo voltee hacia otro lado, no quería verlo, no quería que me viera. Acariciaba mis caderas, luego volvía a los muslos, pasaba intencionalmente cerca de mi orgulloso miembro ya erguido, volviéndome a hundir en el gozo que me daban sus caricias. De nuevo luchaba por ser fuerte y no cerrar los ojos.

- minnie… no te resistas – su voz siempre tenia efecto en mi, de alguna forma mi orgullo fue lastimado, siempre terminaba cediendo.

Apreté mis labios, no quería, aunque mi cuerpo no me ayudaba en mucho pero yo seguía luchando inútilmente, aunque me encantaba perderme en aquel sentir. Quería tan solo una vez poder ser fuerte pero.. ¿a quien engaño?

Besó mi mejilla, mentón, cuello hasta la clavícula, inconcientemente cerré mis ojos, ya no había marcha atrás, si no eran sus manos, eran sus labios ambas alternativas tenían un gran efecto.

Tomo de mis muslos y me alzo, volvio a introducirse de nuevo, mientras yo lo tomaba por el cuello aun sin seguir mirándolo, lo estaba haciendo la invasión tan torturoso que solo entrecerre los ojos por algo de molestia, sus manos pasarona mi trasero y…

-¡AAH! – un apretón y una embestida fuerte lleno de sensaciones al cuerpo de nuevo.

Fuera, dentro, fuera, dentro… con una velocidad imparable, mis manos al mismo compás apretaba en sus hombros, mis ojos de igual forma, de cerrados a estar fuertemente cerrados, al igual los gemidos… al mismo tiempo, una y otra vez. Su cara se refugio en mi esclavilla. podía escuchar claramente como agudos y desinflados gemidos salían de su boca.

- mh minnie ah minnie.. te amo pequeño, ahh, me moriría si te fueras de mi – expresaba gimiendo cada una de las palabras – mirame… - pidió, voltie a verlo sin pensarlo mas, yo tambien lo amaba. – oowh tu carita… esa carita minnie podria venirme todas las veces en que viera esa carita.
- ¡hyung! No digas eso… aah - ¡dios! No tenia limites.
- en serio minnie.. no sabes lo que tus gestos tienen efecto en mi, tan bello.. hermoso.. aahh me excitas y no sabes cuanto.

Gemí con fuerza, ya sentia venirme, su voz, sus oraciones… quisera decirle lo mismo pero ya mi cuerpo no me pertenecia.

- minnie, ¡aahh! Te amo pequeño.. n-nunca lo olvides.. – ahora el que estaba perdido era él, estaba tan entregado – eres mio.. te daré hasta que pierdas la noción del tiempo.

El clímax llego, mi garganta se desgarro, la saliva salía por ambos lados de mi comisuras, no podría decir que solo eran “mías” porque había de mi ángel también. Ese dulce néctar que me regalaba con cada húmedo beso. Mi abdomen estaba salpicado, mientras que algo espeso bombeaba con fuera mi interior escuchando una celestial nota siendo exhalado por mi amado ser.

Después de esa pura entrega, con algunos inconvenientes, nos fuimos a la cama mientras me cargaba como una recién casada, no me importaba solo quería estar ceca de él, tenerlo cerca, abrigarme, en la única parte en que me sentía protegido y seguro, como siempre ha sido desde hace un tiempo, cuando aquella persona había tenido el descaro de decirme que me quería aun después de haberla descubierto teniendo sexo con un desconocido, en aquel día lluvioso me había matado buscándola. El fue mi soporte, mi antorcha en una cueva oscura; dándome luz y calor y la confianza de seguir adelante hasta encontrar la salida de aquel encerrado y abandonado lugar.

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