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Arualthings

Footspets cap 5

Changmin caminaba sin un rumbo fijo, con sus manos apretadas en forma de puño. Molestia, cólera y sobre todo odio era lo que sentía en su interior. ¿Como es posible que el maldito de JaeWoon, JaeKyong, o como diablos se llamaba lo haya besado a él?

Estaba demasiado furioso, una de sus manos se posó en sus labios para limpiarlos con furia. Su primer beso, –que quería que fuera con YooChun-, había sido robado por el condenado que lo tenía amenazado. Lleno de ira sentía que hasta sería capaz de haberle propiciado un gran golpe al mayor por tremenda idiotez que había hecho, ¿Quién era él para besarlo?

Si Changmin en esos momentos se encontraba con alguien, estaba seguro que no saldría vivo de allí, pues estaba dispuesto a matar a golpes al primero que se le viniera a hablar o a interponerse en su camino.

— ¡Changmin! —Escuchó que lo llamaban y como primer impulso su puño se levantó, –sin mirar al frente-, para regalarle un golpe a la persona que se había atrevido a hablarle.

~*~

¡Estúpido! ¡Mil veces estúpido!

Pensaba un confundido JaeJoong mientras se sobaba la mejilla, no cabía duda que el menor tenía mucha fuerza cuando se enojaba y es que aquello encendía más deseo por tenerlo solo para él. Pero, no. Debía concentrarse en la situación y lo que se sucedió hace unos minutos allí.

¡Lo había besado! Y no cabía duda que lo había disfrutado en ese momento, pero... Pero...

Él no era así, JaeJoong no era ese tipo de personas que andaba regalando o robando besos al que se le pusiera en su camino. Pensó que tal vez su método fue equivocado, incorrecto y sobre todo bastante torpe. ¿Por qué el menor lograba sacar esa faceta que nadie conocía de él? ¿Qué era aquello que lo hacía especial? ¿Por qué... por qué le había robado aquel beso, si lo que más hubiera querido es que fuera dulce, sincero y sobre todo entregado solo para él?

Si, JaeJoong no era el típico matón que todos creían. Él solo creaba esa faceta de él para que le trataran con respeto, un rostro inexpresivo que mostraba que nadie debía meterse con él, pero no. Él no era así. Nadie conocía al verdadero JaeJoong, nadie. Quiso soltar unas lagrimas por la tremenda decepción que se había producido así mismo, se sentía culpable y sobre todo lastimado al haber recibido negación por parte de Changmin.

— Así que aquí estabas. — La voz de YunHo se escuchó detrás de él y por orgullo rápidamente se limpió el rostro, borrando cualquier rastro de llanto que había caído.

El más alto se acercó a él y se sentó a su lado. Sabía que su líder había llorado, lo conocía desde la infancia y hace poco se había dado cuenta de lo imprescindible que era para su vida, JaeJoong era importante para él. Y aunque este ocultara su forma de ser, YunHo sabía que el verdadero JaeJoong solo podría encontrarlo en un solo lugar, sin mentiras, sin rostro inexpresivo, mirada fría y sobre todo aires de matón, aquel lugar era su cálida casa. Aquella que había asistido desde que era niño, allí vio como era el verdadero él, hasta que cambió. Y nunca supo el motivo de su cambio.

— ¿Sucede algo? —JaeJoong preguntó al verse observado por unos minutos por el mayor, este negó y le sonrío. — Vamos, no tenemos nada que hacer aquí.

El castaño se levantó primero esperando que YunHo lo siguiera después, pero no sentía ninguno movimiento detrás de él. Y sin darle caso al asunto, -pues tenías muchas cosas de las cuales preocuparse para seguir el siguiente paso-, decidió no darle importancia y comenzó a caminar de regreso a la escuela.

— Puedes engañar a cualquier JaeJoong, pero a mí no. —Sus palabras detuvieron sus pasos, y sin darse la vuelta quiso escuchar todo lo que le quería decir. — ¿Tanto te importa el niñato ese?

~*~

— ¡Eres un bruto! —Gritaba un frenético Junsu con la mejilla roja, Riri en segundos apareció con un paño que tenía en su contenido un pedazo de hielo.

— Con esto bajara la hinchazón. Quedará morada esa mejilla, Junsu.

— ¡Todo esto es tu culpa Changmin! —Escandalizó levantándose de la mesa y captando la atención de todos. — Por tu culpa mi bello rostro quedará marca... ¡ah!

— Ya te dije que lo siento. —Se disculpó por enésima vez el menor. — Y si te sigues movimiento te dolerá más, siéntate y deja que Riri atienda esa mejilla morada.

Los pucheros del agredido se vieron en segundos tras ser tocado, con cuidado y lentitud, por el paño que llevaba el hielo. Junsu llevaba minutos quejándose que le dolía, segundo tras segundo exclamaba de dolor por los movimientos que Riri hacía con cuidado. Lucía como niño pequeño que había tenido su primera pelea en el kínder y la rubia parecía la madre molesta por la actitud de su hijo malcriado. Y no pudo evitar sonreír a carcajadas al imaginarse a sus dos compañeros de aquella manera.

— ¿Y tú de que te ríes? —Suficiente tenía con el golpe que había recibido para que ahora su amigo se riera de le frenéticamente.

— De nada, de nada. —Mintió evitando a toda costa volver a reír.

— Nunca dejaran de ser unos niños, parecen que no han crecido nada. —Comentó Riri sin dejar de masajear la mejilla de Junsu.

Los aludidos simplemente le rieron con complicidad mirándose. Junsu se quejó nuevamente hasta pensar en algo que lo dejó completamente intrigado, ¿Por qué el menor le había pegado?

— Changmin. —El menor se giró sonriente para mirarlo. — ¿Por qué me pegaste tras que te hablé, no sabías que era yo cierto?

— Sí. Lo mismo me pregunto yo. —Sabía que su amigo no andaba regalando golpes a cada persona que se le atreviera a hablar, algo andaba mal.

— No, no lo sabía y créeme que lo siento. —Volvió a disculparse, pero estaba vez su expresión cambio completamente. La sensación de asco volvió a su ser, y con una mano se limpió el labio superior nuevamente.

— ¿Sucedió algo? —Riri miró su acto, y aquello no era normal de él.

— Sí, ¿qué te hizo reaccionar así? —Con curiosidad le preguntó y no pudo evitar aparecer un solo nombre en su mente. — ¿Qué te hizo el loco ese?

— ¿Loco? —Había captado la indirecta, pero era mejor aparentar inocencia. Changmin evitaría por todos los medios que sus amigos se enteraran de lo que había ocurrido hace minutos.

— No te hagas. —Se sentó a su lado mirándolo como si lo analizara. — No eres bueno para mentir y nunca lo serás. ¿Qué pasó?

— Nada. —Negó otra vez, pero aquello no le duraría mucho. Sus dos amigos lo miraban con un rostro no muy convencido por su respuesta.

~*~

¿A que venía ahora esa pregunta? Un secuaz no tenia por que preguntarle aquello a su líder. Con cierto enojo se giró para verlo cara a cara, y en segundos le dió unos golpes a la pared como si con ello calmará su furia y alma.

— ¡Detente! —YunHo se acercó a él para detenerlo. — ¡Te harás daño así JaeJoong!

— ¿Qué sucede? —Se escuchó decir a unos pasos por dos chicos que iban hacia allí.

RyeoWook y Kyuhyun enseguida corriendo al ver que JaeJoong golpeaba sin razón el fuerte muro del edificio de clases de pintura. Los tres chicos le hablaban al mayor tratando de detenerlo, pero ninguna de sus palabras le hacía efecto. YunHo sabía que su preguntaba le había incomodado, pero no pensó que reaccionaría así por ello.

— ¿Qué le dijiste? —Preguntó Kyuhyun sin dejar de mirar la escena.

— Nada. —Negaba el castaño más alto.

— Algo tuviste que decirle para que se ponga así. —Respondió con seguridad, sabía que su líder, el poco tiempo que llevaba allí lo había observado-, actuaba de esa manera solo cuando estaba molesto.

— ¡JaeJoong! —Gritó RyeoWook desde atrás de él. — ¿Crees que lograras algo con esto? ¿Qué podrás arreglar lo que haya sucedido con golpear un maldito muro?

— Hyung se enojará si le hablas así. —Temió el menor, no quería que la persona que lo había ayudado desde su estancia saliera lastimado.

— Sé que lo que hago Kyu, confía en mí. —Le miró con ternura y luego prosiguió. — El Kim JaeJoong que yo conozco no es así. Lo que sea que haya sucedido, resuélvelo. Pero hablándolo. ¡No golpeando un maldito muro como si entendiera tus palabras!

Los sonidos rápidamente se detuvieron, y los golpes cesaron. El castaño yacía apoyado con el rostro agachado en el muro, sus nudillos sangraban por los golpes que había dado. Y es que el menor tenía razón, si quería que las cosas se dieran como el quería y consiguiera lo que tanto quería, debía actuar bien y usar las palabras correctas. Kim JaeJoong ese día, había entendido algo: El método que usaba no era el adecuado.

~*~

Se recostó en su cama tras haberse alimentado bien. La cena que le había preparado su madre estaba deliciosa, tanto como los otros platillos que preparaba, pero Changmin no se sentía lo bastante bien de emociones como para haber disfrutado de la comida. Y el motivo de aquello solo tenía un nombre: Kim JaeJoong.

Aún no le cabía en su cabeza todo lo que había hecho el mayor, la discusión que tuvieron, el momento que interrumpió con YooChun y sobre todo el beso que le había dado tras su discusión por defenderse. ¿Acaso lo que quería el castaño era él?

Puso una cara de rechazo de solo pensarlo, el jamás se fijaría en alguien tan.... malicioso, maldito, y sobre todo diablo como JaeJoong.

¡Jamás!

Volvió a repetir tras pensar mucho, sus ojos comenzaron a sentir cansancio. Y antes de que cayera pronto en los brazos de morfeo, se levantó de su cama para dirigirse a su guardarropa y de allí sacar su pijama. Se cambió entre bostezos y flojera, y antes de que cayera tumbado en su cama se tapó con una sábana. Debía dejar de pensar y solo concentrarse en la persona que en esos momentos quería con él. YooChun.



3 Comentarios:

  1. Anónimo4/18/2010

    mas capos ,as capos mas capos!!!!!!

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  2. ohhhhhhhesta buenisimo continaulo jeeee

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  3. Kekeke... oh bueno, ay Jae controla tus celos XD
    Y que hara Chunie cuando sepa que a quien dejo plantado fue a Changmin??? Oh! Esto se esta poniendo emocionante.

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